domingo, 7 de agosto de 2016

Columna emitida del 27 al 29 06/2016


CANDIDATOS HABEMUS

Baja participación en primarias resta legitimidad a candidatos
Todos se han detenido a criticar la baja participación de las primarias del pasado domingo.

Y es cierto. La política en el último tiempo no deja de superarse a sí misma.

Cuando uno piensa que ya tocó fondo y nada puede ser peor, nos sorprenden con una nueva gracia, esta vez, con un sistema escuálido y carísimo, para elegirse entre ellos.

Pero prefiero no detenerme en lo evidente.

José Durana, fue electo como candidato a Alcalde por Arica y representará al conjunto de movimientos y partidos de oposición conocido como Chile Vamos.

Durana es un hombre de la casa.
Con una larga carrera política al alero del senador Jaime Orpis, y un conocimiento de la cosa pública que al menos garantiza que sabrá muy bien qué clase de compromisos será capaz de ofrecer en su programa de gobierno comunal.
Por lo tanto, no habrá perdón ni olvido para él, si las promesas de candidato luego resultan en excusas de Alcalde, porque el presupuesto no alcanzó, los proyectos no se presentaron, o la municipalidad venía con deudas.

Pero la gran incertidumbre que nació el mismo domingo de su ratificación como candidato de la oposición, es saber con quienes hará gobierno comunal.

¿Será el mismo equipo del defenestrado ex Alcalde Valcarce que ya lo acompañó en la Intendencia Regional, y que al decir de muchos, lo distanció de la gente?, o ¿renovará los cuadros con tecnócratas que nada saben de política pero sí de números y procedimientos administrativos?

El Pilo Durana tiene la palabra, y me temo que también el último relevo de esta posta en que la oposición ha ido perdiendo corredores por razones más de índole delictivo que por apoyo electoral.

Por su lado, los partidos de la Nueva Mayoría eligieron como flamante candidata a la señora Andrea Murillo, ex presidenta de la Democracia Cristiana, y funcionaria de confianza del ex Alcalde Waldo Sankán, condenado por graves delitos de corrupción.

Uno es lo que es y no lo que cree ser.
Ese será el gran escollo inicial con el que la señora Murillo tendrá que lidiar, y para ello, le queda poco tiempo, sólo hasta el 23 de octubre fecha de las elecciones.

La Nueva Mayoría que es gobierno, debe recomponer según se constata, las relaciones al interior de su alianza. Las confianzas y lealtades para respaldar una candidatura única que haga viable la aspiración oficialista de llegar a la Alcaldía de la ciudad.

Por de pronto, se empieza a establecer como cierta la sospecha que los partidos oficialistas trabajarán por asegurar a sus concejales, más que aportar por el triunfo de Andrea Murillo. Ese siempre fue el riesgo en esta coalición, donde abundan los generales y faltan los soldados.

Ambos candidatos -electos en estas primarias donde el 93% de los electores prefirieron no participar- se medirán contra candidatos independientes, o que representarán a partidos políticos periféricos.

Al menos 3 se alcanza a contabilizar a la fecha, aunque la cifra puede aumentar porque si hay algo que une a todos quienes quieren llegar al sillón municipal, es esa inigualable capacidad por elegir el puesto político donde en mi opinión, más se trabaja, y en donde  más quedan expuestas nuestras limitaciones.

Lo que cada uno de ellos requerirá de aquí en más, es suerte y templanza para afrontar una contienda que se viene compleja. Como siempre en Arica.

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