ENCUESTA CASEN:
RADIOGRAFÍA DE UN PROBLEMA
El ingreso familiar promedio aumentó en los últimos tres años en sólo 13 mil pesos. |
Era bastante sospechoso que a
casi un año de realizada la encuesta CASEN, el gobierno mantuviera sus
resultados en reserva.
La verdad es que desde hace un tiempo, sospecha es la
palabra adecuada para expresar las dudas que tenemos todos los chilenos respecto
del actuar del gobierno, y de muchos políticos o de aspirantes a serlo.
¿Pero qué es la encuesta CASEN
y por qué debemos prestarle atención?
Es un instrumento de medición
estadística que busca describir, o caracterizar como su nombre lo indica, el
desarrollo social y económico en el país, en períodos de tiempo determinados de
manera de poder comparar un bienio respecto al anterior.
De esta manera, una
política implementada por el gobierno militar desde 1987, es hoy usada y
explicada por el ministro comunista a cargo del ministerio de desarrollo
social.
Para la anécdota quedará la
relatividad de los principios revolucionarios, esos los comentaremos otro día.
En definitiva la encuesta
CASEN, mide la eficacia de las políticas públicas y la gestión con las que los
encargados de ejecutarlas, en este caso el gobierno de la presidenta Bachelet,
cumple las metas autoimpuestas, especialmente aquellas que guardan relación con la lucha contra la pobreza, una maratón
eterna donde pareciera que alguien nos va corriendo la meta.
Y bueno, para deleite de los
mal pensados, esta tardanza en entregar las cifras no fue casualidad.
Refleja la actitud de un
Ministerio de Desarrollo Social que nos niega la posibilidad cierta de comparar
objetiva y de manera oportuna esta medición del 2015, con la del año 2013, y
todas las anteriores, pues la fotografía que sacaron, ya tiene 1 año de
retraso.
Paso a explicarme.
Desde que se tomaron los datos
de la encuesta, todos los indicadores relacionados se han deteriorado, lo que
en mi opinión pone en serio cuestionamiento la afirmación de Barraza el
ministro, quien señaló que el escuálido 2,2% de reducción de la pobreza,
marcaba una “tendencia” positiva en el camino correcto.
Con razón la Universidad Arcis
cuya directiva el integró, terminó quebrada, con sueldos impagos y con cientos
de alumnos tomándose la sede del partido comunista en Santiago. Al ministro le
resultan los números pero le falla la interpretación… es como el artista que
canta bien pero se oye mal.
Lo que no señaló el gobierno, es
que si seguimos por este camino la derrota a la pobreza nos llevará 200 años
más.
No puede haber camino correcto
cuando las cifras de desempleo aumentan y no disminuyen.
Cuando el gasto fiscal
aumenta como lo ha hecho, como medida de reactivación económica.
No puede haber camino correcto
cuando el país apenas crece de tal suerte que la discusión entre economistas es
hoy si entraremos o no en Recesión técnica, lo que sería la guinda de este
pastel.
De qué camino positivo habla
este ministro cuando la misma encuesta señala que los más pobres de este país
recibieron en los últimos tres año menos subsidios del Estado y al revés, los
ingresos iguales y superiores a 1 millón 200 mil pesos mensuales recibieron mas
subsidios que en los últimos 10 años.
O sea, estamos frente a una
administración que ni siquiera es capaz de gestionar bien el discurso.
Cuando el ingreso familiar
promedio aumentó en los últimos tres años en sólo 13 mil pesos, tenemos no sólo
el derecho a reclamar sino la obligación de decir basta, porque con tasas de
crecimiento siempre decrecientes, el país, en materia económica y de derechos
sociales, al menos, involuciona.
Yo creo que el ministro Marcos
Barraza es ateo o sordo, porque de otra forma entendería que la voz del pueblo
es la voz de Dios.