viernes, 9 de septiembre de 2016

Columna emitida del 26/08 al 07/09 2016

DD.HH. Y CANCILLER HERALDO MUÑOZ

Valores tan fundamentales como el Respeto a los DD.HH.,
están fuera del comercio humano y es bueno que el Canciller lo sepa.
En un gobierno que anda a los tumbos, el Canciller Heraldo Muñoz había sabido ganarse mi apoyo y cierto grado de admiración, dada la personalidad demostrada en distintas circunstancias públicas en las que ha debido hacerse escuchar o interactuar con la comunidad.

Tiene la templanza y maneja los tiempos de un diplomático, qué duda cabe, y ha sabido sortear con hidalguía esa pelea casi callejera a la que ha querido arrastrarlo el gobierno boliviano del Presidente Morales.

No por nada, es uno de los ministros mejor evaluados en el gobierno, y aunque eso no signifique mucho porque menos del 20% de la población respalda al gobierno de la Nueva Mayoría, es destacable que no se haya contagiado de la mediocre performance del resto de sus colegas.

Si hasta se ha olvido el hecho de que él fue el recolector de fondos a empresarios extranjeros para el financiamiento de la campaña de la entonces candidata Michelle Bachelet. 

Si hasta en un yate por la Bahía de Nueva York se paseó, el entonces funcionario de Naciones Unidas, me refiero al Canciller Muñoz, con la entonces funcionaria de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet.

El único problema de este paseo es que cometieron delito electoral en Chile pues la ley prohíbe aporte de extranjeros a campañas políticas, tributarios en Estados Unidos, aún sigue abierta una investigación federal, y una grave falta a la probidad normativa de las Naciones Unidas por el impedimento legal que le asiste a sus funcionarios para involucrarse en política contingente.

En fin, son noticias viejas al parecer. Pero ahí están.

Pero lo que definitivamente debe provocar un fuerte remezón en todos los ciudadanos sin excepción de pensamiento político, es el relativismo moral con el que se refirió al valor de los Derechos Humanos al defender la visita del Canciller iraní a Chile. 

Para él, no importa que esté frente a uno de los dirigentes políticos más importantes de un país reconocido por la política sistemática y permanente de violación a los Derechos Humanos.

No estamos hablando de que les corten las transmisiones de televisión o las redes sociales. 
Les cortan las manos, los pies y la cabeza a los que no están de acuerdo con su teocentrismo terrorista. 

Es un país repudiado por este mismo tema, en todos los foros de promoción y respeto a los Derechos Humanos, que incluso ha tenido una antigua práctica terrorista en otros Estados del mundo, y como ejemplo, Buenos Aires, Argentina.

Chile simplemente, NO puede tener relaciones comerciales porque le conviene y obviar la tragedia que viven los pueblos. 
No lo hicieron así muchos Estados con nuestro país en los peores momentos de la tragedia que nos tocó vivir post 73.

El Canciller de Chile no puede simplemente relativizar de manera tan banal las relaciones diplomáticas entre Estados. 
Rompe con una tradición y una práctica que hoy son el estándar y no la excepción en el mundo entero.

¿Quién ganó en esta visita y quien perdió?

Definitivamente Chile perdió y ganó el totalitarismo islámico, el terrorismo de Estado y definitivamente perdió, el respeto, el reconocimiento, la promoción de los Derechos Fundamentales de la persona humana, de la dignidad humana.


La indignación de muchos, la indignación de todos obliga a que esta columna sea dirigida en calidad de carta personal al Canciller de la República, no sólo para exigir una reparación sustancial al daño causado sino para reiterarle, que valores tan fundamentales están fuera del comercio humano.

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