DD.HH. Y CANCILLER HERALDO MUÑOZ
Valores tan fundamentales como el Respeto a los DD.HH., están fuera del comercio humano y es bueno que el Canciller lo sepa. |
En un gobierno que anda a los
tumbos, el Canciller Heraldo Muñoz había sabido ganarse mi apoyo y cierto grado
de admiración, dada la personalidad demostrada en distintas circunstancias
públicas en las que ha debido hacerse escuchar o interactuar con la comunidad.
Tiene la templanza y maneja los
tiempos de un diplomático, qué duda cabe, y ha sabido sortear con hidalguía esa
pelea casi callejera a la que ha querido arrastrarlo el gobierno boliviano del
Presidente Morales.
No por nada, es uno de los ministros
mejor evaluados en el gobierno, y aunque eso no signifique mucho porque menos
del 20% de la población respalda al gobierno de la Nueva Mayoría, es destacable
que no se haya contagiado de la mediocre performance del resto de sus colegas.
Si hasta se ha olvido el hecho de
que él fue el recolector de fondos a empresarios extranjeros para el
financiamiento de la campaña de la entonces candidata Michelle Bachelet.
Si
hasta en un yate por la Bahía de Nueva York se paseó, el entonces funcionario de
Naciones Unidas, me refiero al Canciller Muñoz, con la entonces funcionaria de
las Naciones Unidas, Michelle Bachelet.
El único problema de este paseo es
que cometieron delito electoral en Chile pues la ley prohíbe aporte de extranjeros
a campañas políticas, tributarios en Estados Unidos, aún sigue abierta una
investigación federal, y una grave falta a la probidad normativa de las
Naciones Unidas por el impedimento legal que le asiste a sus funcionarios para
involucrarse en política contingente.
En fin, son noticias viejas al
parecer. Pero ahí están.
Pero lo que definitivamente debe
provocar un fuerte remezón en todos los ciudadanos sin excepción de pensamiento
político, es el relativismo moral con el que se refirió al valor de los Derechos
Humanos al defender la visita del Canciller iraní a Chile.
Para él, no importa
que esté frente a uno de los dirigentes políticos más importantes de un país
reconocido por la política sistemática y permanente de violación a los Derechos
Humanos.
No estamos hablando de que les
corten las transmisiones de televisión o las redes sociales.
Les cortan las
manos, los pies y la cabeza a los que no están de acuerdo con su teocentrismo
terrorista.
Es un país repudiado por este mismo tema, en todos los foros de promoción
y respeto a los Derechos Humanos, que incluso ha tenido una antigua práctica
terrorista en otros Estados del mundo, y como ejemplo, Buenos Aires, Argentina.
Chile simplemente, NO puede tener
relaciones comerciales porque le conviene y obviar la tragedia que viven los
pueblos.
No lo hicieron así muchos Estados con nuestro país en los peores
momentos de la tragedia que nos tocó vivir post 73.
El Canciller de Chile no puede
simplemente relativizar de manera tan banal las relaciones diplomáticas entre Estados.
Rompe con una tradición y una práctica que hoy son el estándar y no la
excepción en el mundo entero.
¿Quién ganó en esta visita y quien
perdió?
Definitivamente Chile perdió y ganó
el totalitarismo islámico, el terrorismo de Estado y definitivamente perdió, el
respeto, el reconocimiento, la promoción de los Derechos Fundamentales de la
persona humana, de la dignidad humana.
La indignación de muchos, la
indignación de todos obliga a que esta columna sea dirigida en calidad de carta
personal al Canciller de la República, no sólo para exigir una reparación
sustancial al daño causado sino para reiterarle, que valores tan fundamentales
están fuera del comercio humano.
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