jueves, 15 de septiembre de 2016

Columna emitida del 15 al 22 de 09 del 2016


EL PUERTO DE ARICA:
VOCACIÓN Y UBICACIÓN EN LA CIUDAD

Urge tomar una decisión sobre su reubicación y modernización
que serán claves en el destino estratégico de la región.
Se  encuentra en estudio, la factibilidad de trasladar el puerto de Arica, desde su actual ubicación en el centro de la ciudad, a otra más propicia y menos peligrosa.

Por supuesto que pasaran los años y aquel estudio tendrá que ser actualizado por otro nuevo -para alegría de consultoras y consultores-, hasta que probablemente ocurra lo que en opinión de expertos y en la de cualquier persona con sentido común, sucederá, si tenemos la desgracia de sufrir un tsunami, como aquel que esperamos hace más de 100 años.

Pero no sólo por una razón de seguridad –que siempre será una muy gran razón- es que el puerto de Arica debe trasladarse definitivamente, a algún lugar de nuestra limitada costa. Digo limitada pues hacia el sur al menos hoy, es impracticable, más bien todos los argumentos apuntan hacia el norte, de manera de hacer más lógica y eficiente su conexión natural con las carreteras internacionales y el crecimiento urbano de la ciudad.

Soluciones para la ausencia de bahías naturales que era el gran obstáculo antiguamente, hay muchas, aunque todas ellas demandarán inversión y sobre todo, ingenio.

Esto último, tan ausente en quienes están a cargo de la planificación e implementación de estos proyectos, al parecer todos, reunidos en el Ministerio de Obras Públicas.

Es más, si los encargados son los mismos que diseñaron, aprobaron y fiscalizaron el puente basculante que no bascula en Valdivia, o el kilométrico puente sobre el canal de Chacao cuyo presupuesto no alcanza para llegar a la otra orilla, entonces se nos vendrá la noche.

El puerto, la vocación portuaria y su ubicación, hoy día es un problema prioritario por resolver y que sin duda demandará dedicación.

Pienso que Arica perdió su condición de ciudad marítima al perder la vista a la costa, al mar.
Es como si fuera una ciudad mediterránea común y corriente, pues ese es el efecto que produce al decir verdad.

Con el tiempo y con el crecimiento propio de nuestra ciudad, fuimos expropiando ese derecho y condición natural, en aras del progreso y las concesiones.

¿Será  por ello acaso que el horizonte está cada vez más cercano a nuestros pies que a una mirada lejana?

Esto explicaría por ejemplo, los problemas que tenemos al elegir a los políticos que nos gobiernan o nos representan. La miopía ha sido una enfermedad contagiosa que no nos ha permitido separar la paja del trigo, o dicho en otras palabras, diferenciar charlatanes de verdaderos servidores públicos.

Volviendo al tema del puerto de Arica, su traslado debería a mi entender, ser priorizado por los gobiernos regionales de tal manera de transformarlo en una decisión estratégica sobre la cual deberían girar el desarrollo de otras políticas que favorezcan al desarrollo regional: un puerto de carga, un puerto turístico, un puerto de comercio franco.

Si lográsemos coincidir como sociedad en aquellas prioridades que estimásemos indispensables para nuestra región Aymara, estaríamos dando un paso fundamental y correcto, como hace muchos años no se ha dado, para  dejar de acumular estudios y diagnósticos, y pasar ya a ocuparnos de su ejecución y puesta en marcha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario