EL PUERTO DE ARICA:
VOCACIÓN Y UBICACIÓN EN LA CIUDAD
Urge tomar una decisión sobre su reubicación y modernización
que serán claves en el destino estratégico de la región.
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Se encuentra en estudio, la factibilidad de
trasladar el puerto de Arica, desde su actual ubicación en el centro de la
ciudad, a otra más propicia y menos peligrosa.
Por supuesto que pasaran los
años y aquel estudio tendrá que ser actualizado por otro nuevo -para alegría de
consultoras y consultores-, hasta que probablemente ocurra lo que en opinión de
expertos y en la de cualquier persona con sentido común, sucederá, si tenemos la
desgracia de sufrir un tsunami, como aquel que esperamos hace más de 100 años.
Pero no sólo por una razón
de seguridad –que siempre será una muy gran razón- es que el puerto de Arica
debe trasladarse definitivamente, a algún lugar de nuestra limitada costa. Digo
limitada pues hacia el sur al menos hoy, es impracticable, más bien todos los
argumentos apuntan hacia el norte, de manera de hacer más lógica y eficiente su
conexión natural con las carreteras internacionales y el crecimiento urbano de
la ciudad.
Soluciones para la ausencia
de bahías naturales que era el gran obstáculo antiguamente, hay muchas, aunque
todas ellas demandarán inversión y sobre todo, ingenio.
Es más,
si los encargados son los mismos que diseñaron, aprobaron y fiscalizaron el
puente basculante que no bascula en Valdivia, o el kilométrico puente sobre el
canal de Chacao cuyo presupuesto no alcanza para llegar a la otra orilla,
entonces se nos vendrá la noche.
El puerto, la vocación
portuaria y su ubicación, hoy día es un problema
prioritario por resolver y que sin duda demandará dedicación.
Pienso que Arica perdió su
condición de ciudad marítima al perder la vista a la costa, al mar.
Es como si
fuera una ciudad mediterránea común y corriente, pues ese es el efecto que produce
al decir verdad.
Con el tiempo y con el
crecimiento propio de nuestra ciudad, fuimos expropiando ese derecho y
condición natural, en aras del progreso y las concesiones.
¿Será por ello acaso que el horizonte está cada vez
más cercano a nuestros pies que a una mirada lejana?
Esto explicaría por ejemplo,
los problemas que tenemos al elegir a los políticos que nos gobiernan o nos
representan. La miopía ha sido una enfermedad contagiosa que no nos ha
permitido separar la paja del trigo, o dicho en otras palabras, diferenciar
charlatanes de verdaderos servidores públicos.
Volviendo al tema del puerto
de Arica, su traslado debería a mi entender, ser priorizado por los gobiernos
regionales de tal manera de transformarlo en una decisión estratégica sobre la
cual deberían girar el desarrollo de otras políticas que favorezcan al
desarrollo regional: un puerto de carga, un puerto turístico, un puerto de
comercio franco.
Si lográsemos coincidir como sociedad en
aquellas prioridades que estimásemos indispensables para nuestra región Aymara,
estaríamos dando un paso fundamental y correcto, como hace muchos años no se ha
dado, para dejar de acumular estudios y diagnósticos,
y pasar ya a ocuparnos de su ejecución y puesta en marcha.
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