PENSIONES DE LUJO
El Consejo de Defensa del Estado es un organismo descentralizado, con patrimonio propio y que depende exclusiva y directamente del Presidente de la República.
Su objetivo superior, es la defensa judicial de los intereses del Estado y sus organismos, y es precisamente en el uso de estas facultades legales, que este viernes presentó una querella por el grave delito de fraude al fisco, contra una serie de ex funcionarios de Gendarmería de Chile, que dolosamente obtuvieron para sí, groseras jubilaciones.
Todo en este tema nos deja perplejos y demuestra una vez más, que aquello que parece improbable, imposible, absurdo puede resultar en cierto, en efectivo, en real, como lo es, el tener a ex funcionarios públicos con las pensiones más altas de todo el mundo.
Así es, porque los 10 mil dólares promedio en que dolosamente fijaron sus pensiones mensuales, superan largamente a los 5 mil dólares al que llegan las pensiones más altas, por ejemplo en Suiza.
Impresentable record en un país donde se mueren ochocientos sesenta y cinco niños en 11 años entre otras cosas por falta de presupuesto y de preocupación.
Este grupo de ex funcionarios de Gendarmería –por supuesto hablamos de los cargos directivos y con mayor rango- desconocieron una instrucción precisa emitida el año 2012 por la Contraloría General de la República, que establecía entre otros puntos, el límite máximo de 60 UF como monto para las jubilaciones. Pero también dejaron sin acatar una nueva instrucción del año 2014 que exigía se diera cumplimiento a lo señalado anteriormente.
Con todo y con una dedicación que ya quisiéramos en el ejercicio de sus funciones como empleaos del estado, organizaron una compleja maquinaria que tuvo el objetivo ya señalado por el Consejo de Defensa del Estado, de defraudar al fisco de Chile.
La bella donna de toda esta trama digna de los mejores guiones mafiosos, es ni más ni menos, la esposa del Presidente de la Cámara de Diputados, que me imagino evaluará al menos, la renuncia al tercer cargo de importancia de la República, porque aunque diga que se encuentra separado de la señora Myriam Olate, beneficiaria de una pensión de 5.241.799 pesos mensuales, sigue siendo su marido, su compañero de partido y finalmente su socio, como cónyuge en la sociedad conyugal me refiero.
La señora Myriam Olate, militante del partido socialista de Chile, en su calidad de Subdirectora Técnica de Gendarmería, nunca tuvo la calidad de funcionaria pública adscrita al sistema previsional de Gendarmería.
Aumentó, sólo meses antes de jubilarse, su remuneración mediante bonos e incrementos por concepto de modernización, claramente ilegales de manera de que la base de cálculo de la jubilación que percibiría, creciera.
A la fecha, la señora Myriam Olate, esposa del diputado socialista Osvaldo Andrade, ha percibido 63 millones de pesos producto de una jubilación que según sus propias palabras, le da vergüenza, pero que en palabras de don Ramón, el del Chavo del Ocho: se la aguanta.
En su caso particular señala la querella presentada por el Consejo de Defensa del Estado, la Contraloría General de la República señaló específicamente que no tenía derecho siquiera a imponer en DIPRECA, sin embargo y en su beneficio, nunca nadie tomó las medidas del caso.
Es evidente que para cualquier funcionario de rango medio, tomar determinaciones que afectasen a la esposa de un ex ministro del trabajo, del Presidente del partido socialista de la época y del más férreo crítico de los actos de corrupción en los partidos de derecha, resultaba en una decisión difícil de sostener.
Pero Osvaldo Andrade tiene otras preocupaciones cuestión que demostró los días posteriores a destapado este caso.
Como para dar una señal de que acá no pasaba nada, decidió realizar un interesante viaje por oriente medio, por supuesto para profundizar los lazos políticos, culturales y económicos que nos unen con Israel.
No se vaya a pensar que lo vieron flotando en el mar Muerto un fin de semana, aunque bueno, hay situaciones que caen como anillo al dedo.
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